viernes, febrero 17, 2006


En el verano estuvimos trabajando en un colegio de Quilimari con varios jóvenes de la Comunidad Cristiana La Viña. Estos niños llegaron a las actividades que realizamos en la tarde. En algunos como este, que nos mira en primer plano, la timidez les jugó en contra y se quedaron rezagados en algún rincón, bueno, hasta que vieron como los demás se divertían. Ahí se motivaron a integrarse a las rondas, cantos, bailes y competencias.